La libertad cristiana

La libertad cristiana

Pedro Puigvert

 

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Lectura Gálatas 5:2-15
Gál 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Gál 5:2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.
Gál 5:3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.
Gál 5:4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Gál 5:5 Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;
Gál 5:6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
Gál 5:7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?
Gál 5:8 Esta persuasión no procede de aquel que os llama.
Gál 5:9 Un poco de levadura leuda toda la masa.
Gál 5:10 Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.
Gál 5:11 Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.
Gál 5:12 ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban!

Hasta aquí el apóstol ha efectuado una exposición sobre la libertad en el evangelio en contraposición a la esclavitud de la ley. Ahora añade nuevos argumentos en los que les dice a los creyentes de Galacia que no piensen que las exigencias de la ley pueden ser satisfechas mediante un cumplimiento simbólico de alguno de los mandamientos, como por ejemplo, la circuncisión; las exigencias de la ley sólo pueden ser satisfechas mediante su cumplimiento íntegro. Aquellos que erróneamente les han inducido por el camino que ahora ellos están dispuestos a seguir tendrán que dar cuenta y llevar la sentencia.

  1. Esclavitud versus libertad (vv. 2-6)
    El apóstol enfatiza lo desesperado de la situación de los gálatas al confiar en el cumplimiento de la ley, frente a la bendición de la vida en el Espíritu a la que han sido llamados.

    1. Esclavitud a la ley (2-4).
      La expresión "yo Pablo os digo" viene a ser una nota personal de conclusión de lo que podemos llamar el cuerpo de la carta, donde habla con la autoridad apostólica sin necesidad de recurrir a la fórmula ya empleada en 1:1, pero sí lo suficientemente notable para hacerles una advertencia seria:" Si os circuncidáis o si os habéis circuncidado" (2-3) como sometimiento a una obligación legal suponía el reconocimiento de que la observancia de la ley era necesaria para alcanzar una posición de justicia delante de Dios. Ya había dejado muy claro que esto es imposible (2:21) porque entonces invalidaría la gracia divina y la muerte de Cristo no tendría ningún sentido. Cristo promete su ayuda a los que depositan su confianza en él, pero deniega esta ayuda a los que dejando de lado su obra de salvación pretenden que Dios les acepte mediante la circuncisión u otra observancia de la ley.

      La circuncisión podía ser involuntaria en el caso de un niño judío (como el bautismo infantil en el caso de un católico), pero que un cristiano gentil  aceptara la circuncisión por propia voluntad, suponía la exigencia de un estilo de vida propio de un judío. Por primera vez en la carta se indica explícitamente que los agitadores estaban instando a los cristianos gálatas a que se circuncidaran (6:12). Los que hacían esto se habían alejado de Cristo (un autor dice que la circuncisión vendría a ser el sacramento de la escisión de Cristo), pero todavía había algo mucho más fuerte: "habían caído de la gracia", una expresión opuesta a Ro.5:2, a la que Dios les había llamado (1:6); abandonar su llamamiento para seguir el camino de la ley suponía su autoexpulsión de la gracia, ya que no confiaban en ella.

    2. Libertad en el Espíritu (5-6).
      Como el problema en Galacia era otro, Pablo sólo se refiere aquí a la esperanza cristiana en toda la carta. En contraste con la vana esperanza de la justificación por medio de la ley, los que creemos en Cristo estamos capacitados por el Espíritu, mediante la fe, a confiar en la esperanza de la justificación que es la confianza en el veredicto favorable en el juicio final. Ésta es una esperanza segura. En realidad la circuncisión o la incircuncisión carecen de validez para los cristianos, lo importante es la fe que obra por el amor, es decir, la fe viene a ser la raíz y el amor el fruto (v. 22). Se completa así la tríada de las gracias o virtudes teologales: fe, esperanza y amor.

  2. Obstáculos para la libertad (vv. 7-12)
    El apóstol emplea la metáfora del atleta para ilustrar el progreso espiritual de los gálatas, tal como había hecho con su propio servicio apostólico (2:2).

    1. El estorbo (7-8).
      Desde que les vio por última vez hasta que se enteró de lo que sucedía con los agitadores, los informes que había recibido eran alentadores. Por eso le sorprende que se hubieran desviado tan rápidamente. El término "estorbar" tiene el sentido de cortar el paso a un atleta para evitar que progrese y hacerle caer. (La maratón en Atenas el verano del 2004 donde un "reverendo" interceptó a un atleta y le hizo perder la carrera es una buena ilustración). "Obedecer a verdad", se refiere al evangelio (2:5,14). La persuasión a la desobediencia no procede de Dios, sino de los que ponen obstáculos.

    2. El legalismo (9).
      Este es un dicho proverbial utilizado en 1 Co. 5:6 donde la levadura tiene el sentido de las consecuencias de tolerar la fornicación en la iglesia, mientras que aquí Pablo está pensando en el legalismo que no tiene derecho a invadir la comunidad cristiana. Usa, pues, la levadura como símbolo del mal y de las influencias perniciosas en relación con los judaizantes que estaban estorbando la obra.

    3. La sentencia (10).
      A pesar de las noticias recibidas, el apóstol aún confía que sus discípulos no hayan sucumbido a los agitadores y de ahí esta frase para que si hubiera duda en ellos, no cambiaran de idea. Además, si hubiera un líder o alguna autoridad a la que se refiere como "el que os perturba" que quisiera imponerles la circuncisión tendría que soportar el juicio que su conducta merecía.

    4. La circuncisión (11-12).
      Este argumento personal no guarda relación con el contexto, por tanto debe verse como la respuesta a alguna acusación que se estuviera lanzando contra Pablo y a la que sus conversos estuvieran haciendo caso. Estamos ante una conjetura escrita adrede porque él no había predicado nunca la circuncisión, pero en el supuesto de que hubiera tomado parte en el proselitismo entre los gentiles a favor de los judíos, ¿por qué estaba sufriendo persecución? Es cierto que había circuncidado a Timoteo, pero fue por estrategia misionera y no por predicar su necesidad para la salvación. Ahora sufre persecución precisamente por predicar un evangelio desvinculado de la ley.

      El tropiezo de la cruz que sería quitado si el predicara una salvación por obras reside en que para los judíos, alguien que tuvo una muerte semejante y fuese proclamado Señor y Cristo era intolerable; para los gentiles alguien que no hubiera podido salvarse a sí mismo, tener una muerte tan vergonzosa y ser la base de la salvación era realmente una locura. Pero el tropiezo de la cruz implica que el que quiere salvarse debe aceptarlo y esto hiere su orgullo porque no puede hacer nada por sí mismo para conseguirlo. Los que les perturban son los que les incitan a circuncidarse, por eso Pablo les dice: "que más les valdría llegar hasta el final y hacerse eunucos a sí mismos". La VP. traduce "¡Ojalá se castren de una vez!" y la VI. "¡Ojalá acabaran por castrarse del todo!".

  3. El uso de la libertad (vv. 13-15).
    La ley de Dios se resume en el amor unos por los otros, pero por otro lado, la vieja naturaleza representada por la carne se manifiesta en diversas actitudes y actividades.

    1. Libres para servir (13).
      Aunque somos libres de la ley, no quiere decir que sus obligaciones morales sean abolidas. Se puede usar la libertad para cosas indeseables, sino el servicio (doulos) de amor mutuo dentro de la comunidad creyente.

    2. Libres para amar (14-15).
      El mandamiento en que se cumple toda la ley es Lv. 19:18. De ahí extrae Pablo el espíritu y la intención de la ley, lo mismo que hizo Jesús e ilustró con la parábola del buen samaritano. Lo contrario de amar es la desintegración de la fraternidad ilustrándolo con la figura de unos animales salvajes devorándose mutuamente con el peligro de ser consumidos, peligro en que estaban los gálatas si continuaban dando crédito a la nueva doctrina de los agitadores, lo que daría lugar a su desaparición. Y no sólo a ellos, sino a toda iglesia que no sea fiel a las Escrituras.

Conclusión. La verdadera libertad cristiana está reñida con el legalismo que impone normas externas para conseguir la salvación. En realidad se trata de una esclavitud que menosprecia la obra de Cristo y puede provocar en el seno de las congregaciones luchas intestinas que van a mermar su crecimiento e incluso pueden conducir a su desaparición.

 


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