La libertad cristiana

La verdad del evangelio

Pedro Puigvert

 

increase font sizedecrease font size

Print Friendly and PDF

Lectura Gálatas 1:12
Gál 1:1 Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos),
Gál 1:2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia:
Gál 1:3 Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo,
Gál 1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,
Gál 1:5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Gál 1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
Gál 1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Gál 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Gál 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
Gál 1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Gál 1:11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; Gál 1:12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.

Empezamos hoy una nueva serie de exposiciones sobre esta carta. Como no se trata de un estudio bíblico, sino de sermones expositivos, voy a pasar por alto todo lo relativo a la Introducción, es decir, autor, destinatarios, fecha, historia, geografía, hipótesis de Galacia, estructura, así como las cuestiones teológicas sobre la circuncisión, los "elementos" del mundo, la ley, la justificación por la fe, etc. Sin embargo, cuando estos asuntos aparezcan en el texto, no los voy a orillar, sino que los veremos en su lugar.

Para poder entender el sentido general de la carta es necesario contemplar las circunstancias que motivaron a Pablo escribirla cuando supo que un grupo había visitado su campo de misión en Galacia y estaba persuadiendo a los convertidos para que aceptaran una forma de enseñanza diferente a la que se les había transmitido. Pablo se refiere a ellos como perturbadores o agitadores (1:7, 5:10,12). Según las noticias que había recibido estaban tratando de imponer a los cristianos gálatas ciertos requisitos de la ley judía, sobre todo la circuncisión. También encontramos alguna referencia a la observancia de días especiales, es de suponer que los del calendario sagrado judío (4:10). Pablo denuncia la nueva enseñanza por ser una perversión del verdadero evangelio de Cristo (1:7) y advierte a los cristianos gálatas que hacían caso de la misma de que someterse a ella es alejarse de Dios (1:6), desligarse de Cristo y caer de la gracia (5:4).

Los perturbadores están bajo maldición porque sustituyen la verdad del evangelio por un mensaje espurio (1:8) y se están exponiendo al juicio divino (5:10). Aunque solamente exijan que los gálatas cumplan la ley hasta cierto punto, tal exigencia presupone aceptar el principio de la justificación por las obras de la ley, la cual está en contra del evangelio de la justificación por la fe (3:11) si es que aquélla pudiera practicarse, que no se puede. A pesar de que la nueva enseñanza puede ser persuasiva, sin embargo no procede de Dios (5:8) a diferencia del mensaje original que trajo  salvación a los gálatas (1:6).

Seguramente nos llamará la atención el uso de algunas palabras fuertes por Pablo, pero era necesario porque estaba en juego no solamente la salvación de los gálatas, sino la misma verdad del evangelio. Este problema suscitó un conflicto en la Iglesia apostólica de tal manera que hizo falta convocar la asamblea de Jerusalén para resolverlo (Hch.15).

1. Salutación (vv.1-5)
Sigue el orden habitual de los tres elementos de las cartas que se escribían en la antigüedad: autor, destinatarios y saludo. El primer y tercer elemento está muy desarrollado. Como en la mayoría de sus cartas, Pablo se presenta como apóstol. Esta palabra en sentido amplio significa " el que es enviado", pero por regla general en el NT es el que ha recibido un llamamiento especial de Cristo. Pablo, al aplicarse este término, reclama para sí la misma consideración que los otros apóstoles antes que él (1:17).En el sentido estricto la persona enviada actúa con la autoridad del que le envió. No había recibido su llamamiento de los hombres, sino por Jesucristo resucitado y por Dios el Padre, colocándolos al mismo nivel. Después se refiere a sus colaboradores que no cita por nombre. Los destinatarios son las iglesias del sur de Galacia (1 Co. 16:1) que fueron fundadas por Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero (Hch. 13:14-14:23).

El saludo tiene un sentido fuertemente cristiano. La gracia es la buena voluntad de Dios hacia la humanidad expresada en la obra redentora de Cristo; la paz es el estado vital de paz con Dios (Ro. 5:1) y paz los unos con los otros (Ef. 2:14-18) de que disfrutan los que han experimentado la gracia divina. Esta salutación se amplía con lo parece ser una confesión de fe o un resumen del evangelio (Cf. Mr. 10:45). La autoinmolación de Cristo "el cual se dio a sí mismo" no solamente trae el perdón de los pecados, sino que traslada de un reino del mal a otro reino donde él es el Señor. Esta liberación además de ser conforme a la voluntad de Dios implica que debe permitirnos vivir de acuerdo con ella. Subraya la importancia de la muerte de Cristo. Terminar un saludo con una doxología es excepcional en Pablo y sólo se entiende por estar inducida por el resumen del evangelio (v.4).

2. La verdad del evangelio pervertida (6-9)
El apóstol expresa su asombro ante el hecho de que los creyentes gálatas se estén apartando tan pronto del evangelio que recibieron de él, para aceptar una forma diferente de doctrina que nada tiene que ver con el evangelio. Pronuncia una maldición solemne contra todo el que traiga un falso evangelio. En la mayoría de las cartas de Pablo, después de la salutación siguen unas palabras de acción de gracias o de alguna característica de la vida o de la fe de los destinatarios, pero aquí hace todo lo contrario, empieza con un reproche. Quizás esto fue debido a que se veía impelido por la urgencia de la gravedad del asunto y va directo al grano. Le hubiera gustado estar con ellos para encarar la cuestión personalmente, pero como no es posible les envía una carta (4:20).

La expresión "tan pronto" no ofrece ninguna indicación precisa del tiempo transcurrido desde su conversión hasta que Pablo recibió noticias de ellos, pero añade énfasis a su asombro. El mensaje que los gálatas estaban dispuestos a aceptar en lugar del que recibieron de Pablo es tan diferente que en realidad se trata de otro evangelio que al fin y al cabo no es tal porque sólo puede haber un evangelio verdadero. En el NT evangelio es la proclamación de Jesús de que el reino de Dios se ha acercado; es también la proclamación de los discípulos de que en Cristo el reino de Dios se ha manifestado plenamente, que por su humillación en la cruz y su exaltación se ha revelado como Mesías, Señor e Hijo de Dios. La pasión, muerte y resurrección de Jesús formaron el fundamento de la predicación apostólica. En este contexto, lo que querían pervertir era el anuncio de la justificación por la sola fe, aparte de las obras de la ley.

No se puede tratar de una buena noticia pues es un mensaje de esclavitud y no de libertad. Se trataba de una forma de doctrina de la salvación mediante el cumplimiento de la ley, la cual estaba en oposición a la salvación por la gracia de Dios apropiada por el oír con fe. En última instancia lo que importa es el mensaje no el mensajero, sea un ángel, Pablo o Bernabé. Por dos veces maldice a los perturbadores con el anatema, término que en el AT suponía la destrucción de las personas y objetos que caían bajo el mismo. Esta vehemencia con que pronuncia la maldición indica el evidente peligro de las almas atrapadas en una salvación por obras.

3. La verdad del evangelio revelada (10-12)
Pablo remacha su argumento diciendo que su cometido es agradar a Dios y no adornar su mensaje para adaptarlo a sus oyentes. El apóstol se hacía a todos para ganar a muchos en cuanto a las formas (1 Co. 9:22), pero cuando estaba en juego la verdad del evangelio no había concesión alguna. Porque el evangelio que él predicaba no lo había recibido de ningún hombre sino por revelación directa de Jesucristo en el camino a Damasco y fue enviado para darlo a conocer a los gentiles. Pablo asumió la tradición del mensaje que había recibido de los líderes de Jerusalén como una confirmación de sus propias convicciones sobre Jesús.

La frase "por revelación de Jesucristo" hay que entenderla juntamente con la del v. 16 "revelar a su Hijo en mí". Es decir, Dios Padre fue el revelador; Jesucristo fue revelado, y en esta revelación Pablo recibió el evangelio, junto con la comisión de darlo a conocer a los gentiles. El evangelio y el Cristo resucitado eran inseparables, ambos se le revelaron a Pablo en el mismo instante. Predicar el evangelio equivalía a predicar a Cristo. Lo sucedido en el camino a Damasco no fue una experiencia mística aislada o un simple instante de comprensión o convicción intelectual, sino un encuentro personal que dominó la vida de Pablo.

Conclusión. La riqueza de contenido de estos primeros compases de la carta anuncian todavía cosas más grandes en el resto. Sin anticipar lo que viene queda claro que el evangelio es un mensaje único y verdadero, el cual consiste en una buena noticia para el pecador de que en Cristo tiene perdón de pecados. Éste se otorga gratuitamente siendo declarados justos por medio de la fe en Cristo sin el concurso de las obras de la ley porque entonces no daría liberación, sino esclavitud.

 


VISITE ESTAS SECCIONES

BALUARTE

El boletín de la iglesia con artículos, noticias, poesía y las actividades previstas es el período correspondiente. Su publicación es bimestral y se puede descargar

VERDAD VIVA

El suplemento bimestral evangelístico de Baluarte que aporta un mensaje de esperanza para aquellos que aún no han recibido a Cristo como Señor y Salvador.

MENSAJES DOMINICALES

La Palabra de Dios que cada domingo por la mañana se ofrece por diferentes predicadores desde el púlpito de la iglesia, aquí en formato de audio.