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Ciertamente la plata tiene sus veneros, Y el oro lugar donde se refina. |
2 |
El hierro se saca del polvo, Y de la piedra se funde el cobre. |
3 |
A las tinieblas ponen término, Y examinan todo a la perfección, Las piedras que hay en oscuridad y en sombra de muerte. |
4 |
Abren minas lejos de lo habitado, En lugares olvidados, donde el pie no pasa. Son suspendidos y balanceados, lejos de los demás hombres. |
5 |
De la tierra nace el pan, Y debajo de ella está como convertida en fuego. |
6 |
Lugar hay cuyas piedras son zafiro, Y sus polvos de oro. |
7 |
Senda que nunca la conoció ave, Ni ojo de buitre la vio; |
8 |
Nunca la pisaron animales fieros, Ni león pasó por ella. |
9 |
En el pedernal puso su mano, Y trastornó de raíz los montes. |
10 |
De los peñascos cortó ríos, Y sus ojos vieron todo lo preciado. |
11 |
Detuvo los ríos en su nacimiento, E hizo salir a luz lo escondido. |
12 |
Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia? |
13 |
No conoce su valor el hombre, Ni se halla en la tierra de los vivientes. |
14 |
El abismo dice: No está en mí; Y el mar dijo: Ni conmigo. |
15 |
No se dará por oro, Ni su precio será a peso de plata. |
16 |
No puede ser apreciada con oro de Ofir, Ni con ónice precioso, ni con zafiro. |
17 |
El oro no se le igualará, ni el diamante, Ni se cambiará por alhajas de oro fino. |
18 |
No se hará mención de coral ni de perlas; La sabiduría es mejor que las piedras preciosas. |
19 |
No se igualará con ella topacio de Etiopía; No se podrá apreciar con oro fino. |
20 |
¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? |
21 |
Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, Y a toda ave del cielo es oculta. |
22 |
El Abadón y la muerte dijeron: Su fama hemos oído con nuestros oídos. |
23 |
Dios entiende el camino de ella, Y conoce su lugar. |
24 |
Porque él mira hasta los fines de la tierra, Y ve cuanto hay bajo los cielos. |
25 |
Al dar peso al viento, Y poner las aguas por medida; |
26 |
Cuando él dio ley a la lluvia, Y camino al relámpago de los truenos, |
27 |
Entonces la veía él, y la manifestaba; La preparó y la descubrió también. |
28 |
Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia. |