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Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. |
2 |
Y exclamó Job, y dijo: |
3 |
Perezca el día en que yo nací, Y la noche en que se dijo: Varón es concebido. |
4 |
Sea aquel día sombrío, Y no cuide de él Dios desde arriba, Ni claridad sobre él resplandezca. |
5 |
Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; Repose sobre él nublado Que lo haga horrible como día caliginoso. |
6 |
Ocupe aquella noche la oscuridad; No sea contada entre los días del año, Ni venga en el número de los meses. |
7 |
¡Oh, que fuera aquella noche solitaria, Que no viniera canción alguna en ella! |
8 |
Maldíganla los que maldicen el día, Los que se aprestan para despertar a Leviatán. |
9 |
Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana; |
10 |
Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, Ni escondió de mis ojos la miseria. |
11 |
¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre? |
12 |
¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y a qué los pechos para que mamase? |
13 |
Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría; Dormiría, y entonces tendría descanso, |
14 |
Con los reyes y con los consejeros de la tierra, Que reedifican para sí ruinas; |
15 |
O con los príncipes que poseían el oro, Que llenaban de plata sus casas. |
16 |
¿Por qué no fui escondido como abortivo, Como los pequeñitos que nunca vieron la luz? |
17 |
Allí los impíos dejan de perturbar, Y allí descansan los de agotadas fuerzas. |
18 |
Allí también reposan los cautivos; No oyen la voz del capataz. |
19 |
Allí están el chico y el grande, Y el siervo libre de su señor. |
20 |
¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida a los de ánimo amargado, |
21 |
Que esperan la muerte, y ella no llega, Aunque la buscan más que tesoros; |
22 |
Que se alegran sobremanera, Y se gozan cuando hallan el sepulcro? |
23 |
¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por donde ha de ir, Y a quien Dios ha encerrado? |
24 |
Pues antes que mi pan viene mi suspiro, Y mis gemidos corren como aguas. |
25 |
Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía. |
26 |
No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; No obstante, me vino turbación. |